el cuaderno de Pepe Blanco

Anoche participé en Lugo en un acto emocionante. Asistí, junto con un grupo de compañeros y amigos, a la presentación pública de la Fundación Jacinto Calvo. A los que no sean de Lugo y también para algunos jóvenes de mi ciudad, este nombre no les dirá nada. En cambio para otros muchos de nosotros es una referencia de la lucha por las libertades y la democracia en Lugo, en Galicia y en España.

Jacinto Calvo nos dejó físicamente hace 15 años (cumplidos ya los 90 años) pero su ejemplar figura política y humana siempre estará con nosotros y servirá de ejemplo para las generaciones venideras. Jacinto fue un hombre excepcional que, a pesar de haber sufrido la guerra, el exilio y la persecución política durante la dictadura, nunca flaqueó en su lucha por la libertad y trabajó siempre, de forma entusiasta, como un ciudadano comprometido con su tiempo, con su tierra y con su gente.

Tuve el honor de sustituirle en 1989 como senador por Lugo. Curioso siempre el azar, dispuso que Jacinto fuera el que presidió la mesa de edad y el que pronunciara el discurso de apertura de la Legislatura del Senado en 1982. Y yo, al sustituirle como senador por Lugo en 1989, formara parte también de la mesa de edad, como electo más joven.

“El Tío Jacinto”, como le conocíamos todos, nos aportó su experiencia, nos sirvió con su ejemplo y nos educó en la defensa de los ideales del socialismo. De carácter alegre y extrovertido, también endulzó a varias generaciones desde su confitería ubicada en la popularmente conocida en Lugo como “Rúa das dulcerías”. En esta pastelería trabajó hasta los 70 años pero sin perder el espíritu de servicio público que le llevó cuatro años más tarde hasta el Senado, aupado por unos ciudadanos que vieron reflejado en él el esfuerzo de varias generaciones por alcanzar la democracia en España.

Ahora la fundación que lleva su nombre promoverá iniciativas que contribuyan al desarrollo político y social y al progreso económico y cultural de la provincia de Lugo. Se encargará de canalizar la participación de hombres y mujeres para conseguir una sociedad más justa, solidaria e igualitaria. Se pretende así dar continuidad a la trayectoria política y humana de un nombre que siempre luchó por estos ideales y al que ahora rendimos tributo intentando continuar con lo que fue la gran pasión de su vida: trabajar por la solidaridad y la paz para conseguir el progreso social.

Hoy por la mañana acompaño en Santiago de Compostela al Sindicato de Uniones Agrarias en el acto conmemorativo de su 25 aniversario. Muchos años también de trabajo duro en la defensa de los derechos de los trabajadores que merecen un respaldo de todos.