Más Europa
La crisis financiera internacional y sus derivadas están poniendo de relieve algunas cuestiones que, por estar atendiendo a lo más urgente, han pasado desapercibidas. Pero no me resisto a comentar alguna de ellas porque creo que también tienen categoría.
Entre otras, hemos comprobado el importante papel que ha jugado la Unión Europea. En su seno, se ha desarrollado el embrión de solución global que requería una crisis global. La globalización se ha impuesto en lo económico pero no en lo político. Y Europa, la Vieja Europa, es la que ha convencido al mundo de la necesidad de adoptar decisiones conjuntas que hagan frente a una crisis que afecta a todas las economías.
La Unión Europea, fruto precisamente de esa globalización de la economía mundial y también, por qué no reconocerlo, de algunos errores y contrariedades sucedidos en los últimos meses, parecía que estaba languideciendo. Pero los hechos han demostrado que mantiene su nervio político y social para aportar soluciones a los problemas que afectan a los ciudadanos.
Algunos pensaban -y han teorizado ampliamente sobre ello- que no era necesaria una Europa fuerte. Son los mismos que apostaban porque el mercado lo ocupara todo y que había que dejar actuar a los mercados sin ningún tipo de control. Para ellos, por ese motivo, Europa era un estorbo. No se les ha vuelto a escuchar. No han reconocido la importancia de mantener un Eurogrupo fuerte y unido para hacer frente a estos problemas.
Y volverán. Cuando superemos la crisis, insistirán de nuevo en las bondades del mercado desreglado y sin ningún tipo de control. Apelarán, una vez más, a la mano invisible a la que, por cierto, aún estamos esperando ver aparecer para recomponer los abusos y desmanes que, no sé si la otra mano, ha estado perpetrando a su antojo todo este tiempo. Ahora se han replegado a sus cuarteles de invierno esperando mejores tiempos para desplegar sus teorías y por las que son tan bien retribuidos en algunos salones.
En estos momentos, en los que -insisto- atendemos a lo más urgente, no podemos ni debemos dejar de reflexionar también sobre lo importante. Y apreciarlo en su justa medida. Porque, cuando algunos recuperen fuelle para denostar a la Unión Europea, nosotros tendremos argumentos de sobra para defender la necesidad de más Europa. También podemos reflexionar sobre una mejor Europa. Yo también quiero opinar sobre ello. Pero eso queda para otro día.
9 Comments:
Ya veremos, Sr Blanco, si eso de más y mejor Europa, sería la realidad que todos anhelamos.La Europa que todos conocemos, sólo se basa en su mercantilismo y mercado para justificar a la clase política, de sus tímidos avances para conformar un mercado incontrolado donde los más fuertes, siguen siendo los más ricos y poderosos en desméritos de la economía productiva real.
Y ya veremos, si la clase política europea actual, es capaz de converger en un solo sentido a favor de las clases productivas, y por los más débiles en lo
social. Permítame decirle como buen demócrata antes que progresista, que la clase política actual deja mucho que desear. El desencanto instalado, en gran parte de nuestros conciudadanos y
contribuyentes, está llegando a límites de
verdadera desidia y desinterés por lo público y político. La indiferencia por la clase política es un hecho, que los mejores estudios de sondeo y encuesta pueden constatar. El envilecimiento que mantiene nuestros compatriotas, por la actual situación de crisis es ya de por sí insondable.
Espero y deseo, como ciudadano, y contribuyente, que nuestra clase política gobernante sepa estar
a la altura de las circunstancias que vivimos, como lo estamos los ciudadanos de plenos
derechos y deberes, con nuestra actual situación económica.Jamás ha existido una ciudadanía, tan responsable como deseamos lo sean nuestros dirigentes politicos.
Buenas Noches.
Totalmente de acuerdo, Pepe, mira sino la rabia del PP porque Zapatero y Sarkozy tengan tan buena relación. Esa capacidad para entender la identidad europea y la suma de intereses comunes, más allá de las diferencias ideológicas, es algo con lo que la oposición no contaba.
Ante una catástrofe, lo primero, es salvar las vidas humanas. Y en cualquier catástrofe, existen unas personas que reaccionan de manera enérgica, y otras se bloquean. Tal vez entre los que se bloquearon inicialmente, también encontremos, quienes, en un paisaje desolado, sepan mejor como atajar las calamidades que vienen irremediablemente después.
Después de las catástrofes, vienen las pandemias, las plagas, la erosión, la pérdida del entorno productivo y/o acogedor, la pérdida de la esperanza.
Tod@s son necesarios, y tod@s deben ofrecerse a (re-)construir un paisaje que haga confortable e ilusionante, el seguir viviendo y trabajando. Sin ideas preconcebidas, con nuevos proyectos, con el re-nacimiento de viejos sueños.
Cuántas veces nos hemos preguntado….’ si tuviéramos una segunda oportunidad…’, y si así fuera, no una segunda, sino una tercera, cuarta, y …. Europa no se hizo de una tajada. Hemos ido peleándonos entre nosotros, hemos negociado y pactado alianzas, y estrategias desde siglos, estamos creciendo año a año, y la normalización de las relaciones, al igual que la armonización y normalización de nuestros productos, y entorno, es cada vez, más generalizado.
No debemos perder lo que nos hace especiales, únicos, y diferentes, lo que nos da el carácter, pero debemos avanzar al mismo tiempo, en incrementar todo lo que nos une como grupo, como comunidad, como proyecto común.
La Europa de los trabajadores, la de los consumidores, la de los ciudadanos. Siempre ha resultado más difícil unir y re-unir a los grupos dispersos, que se confunden en la multitud. Es más sencillo decidir desde un consejo de administración, o la mesa de un consejero delegado; pero es más social, más solidario, más humano, el conseguir decisiones y convivencias acordadas por tod@s. Sin exclusiones, con respeto por las minorías, y con un lenguaje común: Europa.
Y también más duradero.
Saludos desde Xàbia (Jávea)
enric doménech
Libertché, estoy bastante de acuerdo contigo, pero no del todo.
Yo no creo que el cansancio de la gente, cuya percepción comparto contigo, se deba solo a la "clase política".
Por motivos que no vienen al caso, esta que escribe ha cambiado su definición de Política. Si antes la enunciaba como el arte de organizar a la sociedad ahora la enuncio con un leve pero fundamental matiz, el arte de organizarse la sociedad.
¿Qué quiero decir con esto? Pues que no solo la "clase política" es la responsable de lo que pase. Serán las cabezas visibles y podrán influir, qué duda cabe, bastante más, pero no son los únicos responsables.
Cabe plantearse si es que son los políticos los que van marcando las directrices o si somos nosotros los ciudadanos los que creamos la marea sobre la cual ya ellos corren sus regatas, cada uno como mejor pueda. Cabe plantearse incluso si ambas, retroalimentándonos dirigentes con ciudadanos.
Porque de la misma manera que vemos que muchos empresarios que mientras que mantienen obsoletas sus empresas y solo buscan beneficios rápidos y que mientras que muchos trabajadores que trabajan menos de lo que les corresponde, unos y otros piden milagros al gobierno y lo culpan de la crisis sin pararse siquiera a pensar que salir de ella también depende de ellos, que es más, que depende principalmente de ellos, de la misma manera, ya digo, de todos y cada uno de los ciudadanos depende el estado de nuestra política.
De esta forma, es mucha la gente que ya está muy muy cansada de que se le llame política a lo que muchos, petenezcan o no a la "clase política" hacen casi en exclusiva: dedicarse a criticar al adversario (pongo comillas porque de mi definición se deduce que pienso que la clase política somos todos), de que se utilice la política como sustituto de la Play Station, como juego interactivo con fondo de política, como igual podría haber sido de fútbol.
Y así estamos. Unos diciendo lo que toca para la estrategia del partido. Otros, en algún periódico criticándolos, mofándose o directamente insultando. Unos diciendo que sí a todo y lo malos que son los otros. Y los otros diciendo que no, que no, que lo suyo es lo que sí, y que más malos son los unos.
Y mientras, cada vez más gente, sintiéndose ajena. Ajena de algo que sin embargo le pertenece tanto como a los demás.
Y la casa sin barrer.
Es interesante analizar la actuación de Sarkosy. Puede ser de derechas, pero está impregnado por una nación que tiene bien asumidas dos cuestiones: La fortaleza del Estado y el sentimiento de Europa (que no anula le tópico del chauvinismo francés.
Esas dos cuestiones son muy determinantes en la actual crisis y se han puesto en candelero mucho mejor de lo que estarán el próximo semestre con la presidencia de Chequia.
De todos modos la cuestión clave requiere de políticos con una visión de largo alcance y valientes para explicarlo a sus ciudadanos. Ma refiero a que será necesario apretarse el cinturón en beneficio de los países pobres (perdón, explotados). ¿Acabaremos, por ejemplo,con la protecciones arancelarias a nuestras agriculturas?. ¿Dejaremos de apoyar conflictos para vender nuestras armas y saquear sus riquezas?. Todas esas cosas están detrás de una parte de nuestro bienestar.
No, mire Vd Sr/a: Agua
Eso de que los políticos somos todos, ni hablar. Que participemos directa o indirectamente como ciudadanos con las normas y directrices que eligen lo políticos es otro tema. Desgraciadamente nuestro sistema democrático como en las mayorías de países de nuestro entorno, carecen de constituciones y normas legales, para controlar a la clase política.
Es decir, en nuestro sistema lo que prevalece es la partitoracia y órganos de decisión de los mismo partidos, que sólo representan una ínfima parte de la ciudadanía. Por tanto, se hace necesario, constituciones y normas legislativas, en la que los ciudadanos puedan ejercer como ciudadanos libres y soberanos, el control a la clase política en general y al gobierno en particular.
No me vale, que en el congreso y las instituciones están representados los ciudadanos por los escaños de cada partido correspondiente. No. Creo que hacen falta normas para que se pueda articular mecanismos, por la cual, los ciudadanos, puedan ejercer controles a las actitudes, acciones y omisiones incorrectas de las toda la clase política.
Ya digo, nuestra democracia como otras tantas, carece de esa vías y mecanismos. Pero no solamente haría falta, esos cambios, que la ciudadanía viene demandando desde hace tiempo, sino la reformas de nuestra carta magna, obsoleta después de más de 30 años. Esto es, listas abiertas, nueva ley electoral, nueva ley de partidos y plataformas, redefinir normativas claras y competencias de las CCAA, organización territorial electoral, Leyes sucesorias de la monarquía, estatutos de control al político sea del color que sea, y otra muchísimas, normas por la que los ciudadanos puedan reclamar por vía rápida, y con respaldo del un poder judicial, coherente, eficaz, productivo y ecuánime.
Incluyendo, nueva normativa laboral /sindical, en la administraciones del estado por la que cualquier funcionario, pueda ser despedido, por causas de incompetencias, improductividad, desidia, vagancia, o desatención a sus responsabilidades. Y tantas otras necesaria para que nuestro sistema democrático pueda ser eficazmente, más justo y ecuánime por el bien de todos sin exclusión.
DENUNCIA SOCIAL: ¿Por qué tengo que respirar el humo de los demás?
Esto es lo que me planteo yo cada vez que tengo que estar en sitios públicos, detrás de esta cuestión se pueden hacer muchas reflexiones y obtener múltiples respuestas, pero a mí la primera que se me viene a la cabeza es: EGOÍSMO. Egoísmo de aquel que con su decisión individual de fumar, me impone respirar el humo de sus cigarrillos, sin respetar mi libertad. ¿Pero por qué la gente no es consciente de este egoísmo?, pues creo que la respuesta está en nuestra cultura: una cultura del ocio que sin alguna razón lógica incluye el tabaco, el alcohol, incluso otras drogas.
A pesar de la existencia de la Ley antitabaco, ésta no está controlada dentro del ocio ni se hace cumplir. Yo me pregunto qué sentido tiene una ley que permite al local inferior en extensión a 100 metros cuadrados, a poder decidir entre dejar fumar y no hacerlo (la realidad todos sabemos cuál es, la elección para los dueños no es difícil.)
Por otra parte, los locales mayores de 100 metros cuadrados tienen la obligación de habilitar zonas separadas y completamente aisladas para no fumadores. ¿Quién controla esto?, la gran mayoría de los locales, aun habiendo tenido su tiempo para la reforma, no han cumplido esta ley. Esta situación es lamentable, y lo de poder elegir, a mi modo de ver es una tomadura de pelo para los no fumadores, cuyo derecho a respirar ambientes libres de humo no está siendo respetado. Yo particularmente me veo “obligada” a no salir, ya que estoy privada del derecho de tener un ocio sano.
El tabaquismo nos afecta a todos, no sólo al que fuma, todas las personas tienen derecho a la protección de su salud. Sin embargo existen colectivos especialmente sensibles al humo del tabaco, como todos aquellos que padecemos enfermedades respiratorias. Entre estas enfermedades se incluye la fibrosis quística, una grave enfermedad que afecta fundamentalmente a pulmones y páncreas.
Qué es la FQ
La Fibrosis Quística se debe a una mutación genética localizada en una proteína: la CFTR (Cystic Fibrosis transmembrana reguladora), esta proteína es la encargada de regular el paso de Cloro a través de la célula. Esta ausencia de la actividad de los canales de Cloro da lugar a una serie de complicaciones clínicas que se localizan fundamentalmente en los pulmones, que se van deteriorando progresivamente debido a infecciones crónicas difíciles de controlar.
Pero la Fq es también una enfermedad estresante, evolutiva y difícil para los pacientes y sus familias. La Fq significa también limitaciones como consecuencia de las bajas que sufrimos, los ingresos, la fatiga, el cansancio… Pero la limitación de salir por la noche o frecuentar lugares de ocio tales como discotecas, bares o pubs, no nos la impone nuestra enfermedad, nos la impone la sociedad, que impone sus intereses (fumar) sobre los intereses de otros (ocio sano sin humos) y su derecho a la salud.
Por lo tanto, desde el derecho a la protección de la salud y desde el derecho de la integración de personas con minusvalías, fumar en lugares públicos debería estar prohibido.
Desde la LISMI, se establece la prevención como obligación del Estado, ¿pero está el Estado cuidando de la salud de sus ciudadanos y en este caso de las personas con minusvalía, permitiendo fumar en sitios públicos?
La Fq es una enfermedad especialmente vulnerable a los efectos del tabaco, ¿por qué no se nos protege, por qué el ocio nocturno se desatiende, y resulta ser un privilegio para el fumador?
El ser humano es un ser social que necesita de las relaciones de los demás para vivir, necesita de los vínculos afectivos con otras personas, que sirven de prevención de diversas enfermedades emocionales y que al mismo tiempo constituyen un apoyo fundamental para las enfermedades físicas. La salud es un completo bienestar de los sistemas físico, psicológico y social, sistemas que no son independientes unos de otros sino que se influyen y afectan entre sí. No cabe duda que la discriminación a la que se ve sometido el no fumador influye en su vida social, que queda limitada a no ser que opte por sacrificar su salud física, tesitura que no es razonable de ningún modo.
Las alternativas de ocio son muchas, como algunos estarán pensando, pero eso no significa que el no fumador tenga que renunciar el ir a una discoteca o reunirse en un bar o pub con sus amigos, por el hecho de que pueda hacer otras cosas. Todos tenemos derecho al ocio que queramos.
Creo que la raíz del problema está en los valores y la cultura que desde las escuelas y en la sociedad se está inculcando, de tolerancia al tabaquismo, así como el no respeto a los derechos individuales. No estamos educando a nuestros jóvenes en la asertividad de lo que resultan múltiples conductas agresivas y no tolerantes, como el fumar en lugares públicos.
La mayor parte de las personas que hacen uso de locales de ocio nocturno, no es consciente de que su opción individual de fumar le convierte en agresor de la salud de las personas que comparten espacio con él. No respeta la libertad y los derechos de los otros usuarios, en definitiva, impone su decisión de fumar a los demás, atentando contra la salud pública, amparándose en muchas ocasiones en la ley.
Pero en mi opinión no porque la ley les permita fumar en lugares públicos, estas personas dejan de ser responsables de sus hechos, ni dejan en mi opinión de ser egoísta, porque uno siempre puede elegir como comportarse, y valorar si su conducta está siendo poco ética o solidaria.
Si el gobierno no pone freno a esta situación mediante leyes que velen por la salud de todos, no está haciendo sino convertir el ocio nocturno en un privilegio de aquel que no valora ni respeta su salud ni la de los demás: el fumador. Lo que supone una discriminación del NO FUMADOR en toda regla.
No cabe duda de que el cambio de actitud no lo va a conseguir una ley, sino que se conseguirá desde la reflexión individual de cada uno sobre el respeto y la tolerancia, así como desde la educación en valores, replanteándonos una cultura dominante que une el tabaco con el ocio pasando por encima de la salud de todos, algo totalmente irracional, que constituye un grave problema en España y retraso ético y moral con respecto a otros países.
No obstante es la Ley la que debe poner freno inmediatamente a esta injusticia social y proteger la salud de todos.
Aurora - luchacontraeltabaco@gmail.com
Don José, ¿me permite una sugerencia?
El caso es que estamos en otro sitio charlando sobre la clase política y las páginas personales de los diputados.
En el portal del Congreso puede verse que son 44 de ustedes los que tienen página personal.
Y sinceramente, me parece un atraso, casi una dejación de funciones dados los medios a día de hoy disponibles, que más 6/7 del total de los diputados no tengan una simple página por medio de la que mantener contacto con aquellos a quienes representan o con quienes simplemente les quieran sugerir o comentar algo, pues se supone que eso es un Diputado: un representante. Máxime cuando a día de hoy es algo tan sencillo, bien lo sabe usted, como abrir un blog.
Y como me da que espontáneamente no va a salir de la mayoría de ellos abrirlas, he pensado que podría ser una iniciativa que tomara el señor Bono: establecer una herramienta, incluso en el mismo portal del Congreso, en la que cada diputado tuviera su página personal.
Y que nos escucharan más. Y que por otra parte nosotros escuchemos a los que menos se les conoce y se les oye.
¡Como si hay que pagarles un cursillo para aprender a manejar el blog! ¡Hay que reciclarse, como todo el mundo!
O nos espabilamos todos, o se nos aleja Europa.
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