La crítica no puede ser el insulto
Nuestra Constitución no sólo reconoce sino que protege el derecho a comunicar libremente información veraz. Ese es el marco legal que nos ampara a todos y que todos debemos cumplir. Expresar nuestras opiniones tiene como límite insultar o atentar contra la dignidad del que no piensa como nosotros. Y es la Justicia la que debe dirimir la, en ocasiones, estrecha frontera entre lo uno y lo otro.Pierde la razón el que, en la pretendida defensa de sus posiciones, emplea el insulto mezclado entre los argumentos para mantener sus tesis. O peor aún, tiene ya perdida la razón el que, de forma recurrente y en ocasiones con ese sólo instrumento, se sirve del insulto para intentar contrarrestar las razones del oponente. Y ya el colmo es cuando sólo se insulta y, además, con la clara intención de zaherir o intentar destrozar la dignidad de una persona o de ella y de su grupo o su familia.
Puedo entender que, en ocasiones, la vehemencia en la defensa de las propias posiciones haga que se deslice algún comentario hiriente. Si así es entendido por el destinatario siempre se pueden pedir o exigir una rectificación. Y, pasado el arrebato y con la cabeza más fría, no debe haber inconveniente en reconocer el error y pedir disculpas.
Cualquiera puede caer en este error y de sabios es rectificar. Lo malo es cuando se sabe que la utilización del insulto no es fruto de un “calentón” sino que es una forma consciente y deliberada de intentar destruir civilmente al contrario. Eso no debe ser consentido y con la misma firmeza con la que se ampara la libertad de expresión deben condenarse de forma ejemplar este tipo de delitos.
13 Comments:
La seis de la mañana ponen RNE "Dialogos con Dios", y ésta mañana el sermón ha hablado del perdon al enemigo, no combatir para genera un círculo de violencia por que eso es lo que quiere el violento, poner la otra mejilla, perdonar incluso amar al enemigo... básicamente lo que no hacen ellos, y que cuando me ocurre a mí me da rabia de que sean ellos quien lo predican.
lo peor es que el pequeño taliban se escuda en el periodismo para insultar y faltar el respeto. es una verguenza ñpara esta profesion y para este pais. no entiendo que aun haya gente que se dedique a financiar con la x de la renta a personajes que se dedican a hacer negocio del insulto y encima con el dinero de algunos ciudadanos. la iglesia que patrocina a este personaje deberia por lo menos respetar y cumplir la sentencia que condea a su cadena y a su taliban por mentir e insultar.
Es obvio que el pertenecer o formar parte a algún grupo determinado con proyección social, supone algunas cargas no solo para el individuo, sino también para quienes le acompañan o rodean.
Tal vez deberíamos preguntarnos, hasta que punto pueden o deben soportar esta presión todas esas personas que rodean o habitan cerca del personaje relevante.
Otra situación bien diferente es la que dentro del campo de las creencias, nos lleva a expresar en voz alta, dudas o sospechas respecto a la intención, voluntad o motivación en la actuación de algunas personas. No podemos judicializar todos los comportamientos, opiniones, sospechas, ideas, o creencias.
Como decían los ancianos, el tiempo nos trae la razón sobre las cosas, y cuando se ostentan responsabilidades públicas, nos guste o no, además de honrados y justos, debemos de parecerlo. Es difícil de entender que personas con responsabilidades públicas, compatibilicen según qué actividades, o tengan relación de negocio, con empresas e individuos cuya actividad puede venir directamente relacionada con la actividad pública de aquellos.
Las situaciones anteriormente expresadas, no bastan con saltar uno o dos escalones en el grado de parentesco (afinidad o consanguinidad, o de compadreo o sociedad). Deben de quedar nítidamente delimitadas y separadas, sin el más mínimo ápice de sospecha o sombra sobre el comportamiento de las personas públicas.
Al igual que deberían de ser más estrictas las condiciones de compatibilidad e incompatibilidad de actividades en aquellas personas que ostenten cargo, o responsabilidad pública; también debemos de garantizar una defensa propia (proporcionada al ataque) de la presunción de inocencia. Y un agravante si escudándose en esta última, tratara de escapar de la legalidad, o del comportamiento ético y justo que se le presumía.
Saludos socialistas
Enric Doménech
Diariamente puedes encontrarte todo tipo de insultos, en ocasiones humillantes, en los medios de comunicación, y debería existir algún organismo que regulase la publicación o la emisión de ciertos comentarios. Reconozco que solo en una ocasión sintonice la COPE, por aquello de también escuchar al enemigo, pero fue algo totalmente insoportable y tuve que cambiar de cadena, nunca había escuchado tantos insultos gratuitos en tan corto espacio de tiempo, pero el colmo fue cuando hizo un comentario respecto a que si ETA había asesinado a nuestro compañero Isaías era injusto pero por otro lado tal vez algo hubiese hecho. A la vuelta a casa intente a través de internet obtener la grabación del programa con la intención de presentarme en un juzgado, pero al final termine dejándolo y no pasa un solo día sin que me arrepienta por ello.
Por eso mantengo que podemos y debemos denunciar a quienes desde cualquier pulpito o micrófono insultan o alientan a la violencia de un modo tan absurdo y gratuito.
Creo que, a pesar de considerarme defensora de la izquierda política, no es correcto criticar a medios de comunicación "aliados" al oponente político.
Por eso yo también defiendo la libertad de expresión que recoge el artículo 20 de nuestra constitución. Eso sí, las excepciones personales y las relativas al bien común y la paz social, deben guiar a ese derecho fundamental.
Así, me parece estupenda la sentencia judicial que obliga a Losantos a pagar 36.000 euros a Gallardón por verter calumnias e injurias,públicamente, contra él. Hirió su honor, excepción clara al derecho a la información.
Es todo. Buen blog, por cierto.
Los insultos, los improperios, los comentarios dirigidos a mermar a las personas no son exclusiva de la cadena cope... es un problema de los medios de comunicación en general, que se han convertido en el VERDADERO PODER en España.
Detrás de los grupos mediáticos suelen encontrarse los grandes grupos empresariales, inmobiliarios, industriales... que utilizan los medios de comunicación como "LOBBYS" para velar por sus intereses y todo aquel político que se salga de su rail, previamente marcado es recibido con una retahila de palos mediáticos...
Eso es un problemón SR. Blanco.. lo mismo que hay leyes que regulan las incompatibilidades de los politic@s deberia de hacerse una ley que regulara las incompatilidades de los medios de comunicación.
Saludos Pepe y demás participantes:
Como bien dices la Constitución ampara la libertad de expresión y el derecho a recibir una información veraz. El insulto y la tergiversación se enfrenta a a otro derecho que es el honor de la personas. En el caso Gallardón vs. Jiménez queda bastante claro.
Pero, ¿ Qué hacer cuando el insulto y la difusión de falsas informaciones es permanente y el único objetivo es enfrentar deliberadamente a media España contra la otra ?. No sólo está el animo de lucro, puesto que se ha hecho del insulto y de la ofensa una profesión que nada tiene que ver con el periodismo y vende mucha publicidad, también está la protección y el amparo de sectores que, como la Conferencia Episcopal (otra cosa es la Iglesia Católica), dan un carácter generalizado de impunidad.
Lo más grave es que unas pocas personas, desde sus púlpitos radiofónicos, impresos o audiovisuales, impongan la violencia como método para proyectar sus propios “ajustes de cuentas” personales y que estos se confundan con los propios de los oyentes. ¿ Quién no tiene algún vecino que no te odie a muerte tras escuchar una arenga del Federíco ?. ¿ Qué hace falta para que en la tienda, en el estanco o en el bar, pasemos del insulto personal a darnos garrotazos porque al cojo de turno le ha dado una mala mañana ?.
Este asunto aún no está solucionado y alguien tendrá que coger el toro por los cuernos y poner los límites. Cuando hablan los puños ya no hay libertad de expresión que valga.
Saludos.
Que hablen de mí aunque sa bien...
O dicho de otra forma...
...que en mi opinión, que de este señor (es un decir), solo se debería hablar en los Tribunales, y si procede.
El Estado de Derecho no es solo un derecho (v.l.r.), es también una obligación.
Por lo que personalmente creo que hubiera procedido hablar mucho menos de este individuo e invitarlo mucho más a visitar los Tribunales, aun incluso a costa de que lo hubiera utilizado para radiopredicar que miembros del Gobierno utilizaban su posición y el dinero de todos para poner querellas.
Porque según yo lo veo, es una absoluta vergüenza y más, una dejación del Estado de Derecho, que no se le haya denunciado más por la vía que corresponde, la penal, y no por la otra, la de los comentarios, que solo ha venido a engordar su trabajo, y que a lo único a que ha venido es a alimentar la manipulación que perpetra: la de hacer pasar por libertad de expresión lo que no son más que calumnias, difamaciones e infamias.
Que la libertad de expresión, como todas las demás, está acotada por los demás derechos y libertades. Y nadie es quién para imponer su propio concepto de libertad a los demás, porque en ese mismo momento ya no estaría hablando de Libertad, la de todos, sino de cualquier capricho personal de niño malcriado.
Añadir, señor Blanco, que me produce una infinita tristeza, a la par que mucha desesperanza en la política, la Política con mayúsculas, que haya elegido usted ese tema para su entrada de ayer en vez de, por poner solo un ejemplo, este otro:
Estadística valora el trabajo de las amas de casa en 285.000 millones
(ver enlace en Cinco Días)
¿Quién por tanto al final se sale con la suya?, ¿el que hace política o el que no?, ¿el que la hace o el que intenta impedirla?
En fin...
El derecho a expresarnos libremente es inalienable.
La existencia de libertad, es la que nos permite ser, afortunadamente, tan dueños de nuestros actos, como esclavos de nuestras palabras, ya sean estas palabras escritas o pregonadas a los cuatro vientos.
Faltar a la verdad, o no demostrar lo que se ha expresado deliberada y públicamente, constituye delito en nuestro ordenamiento jurídico, si, y sólo si lo manifestado es considerado por un juez atentatorio contra el honor, la dignidad o el buen nombre de persona o personas.
Mantener en nómina a delincuentes que no parecen arrepentirse, no es bueno ni comercial, y menos en el mercado de las almas.
Salud y suerte para todos.
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Dende logo existen todo tipo de críticas, dende as constructivas ata chegar as destructivas. O penoso e triste é que aínda queda xente que ten que recurrir as críticas destructivas para chamar así a atención, pero por se iso fora pouco, utilizan como vehículo de difusión o insulto e a demagoxía. A culpa a teñen os que permirten que esta xente poida expresarse así en cadeas televisivas, radios, prensa ... faltando o respeto con comentarios que loxicamente os deixan a eles mesmos en evidencia, xa que poñen en manifesto a súa falta de educación e argumentos polo que teñen que recurrir a comentarios do máis soez.
Por outra parte, e retomando a liberdade de opinión, como socialista xoven que son, gustaríame saber que pensas ti con respecto a bandeira de República e a forma na que actuou Bono o pasado día no Congreso.
Un saúdo dende as XSG de Pontedeume.
Entonces ¿Porque llama su Señoria casposos a los obispos?Joaquin Rodriguez
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