el cuaderno de Pepe Blanco

Hoy se ha iniciado el 40º Congreso de la UGT. He asistido a la apertura de sus trabajos hoy en Madrid y quiero desearles suerte en las tareas que les van a tener ocupados estos cuatro días. Ha sido emocionante compartir estas primeras horas de su congreso con los compañeros del sindicato hermano. Gracias y suerte.

A primera hora conocemos la muerte de Raúl Alfonsín, pieza clave en la transición de Argentina a la democracia y referente político y moral para muchos de nosotros. Siempre recuerdo un consejo al que me he referido en otras ocasiones y que comparto plenamente: “sigan a ideas, no sigan a hombres, fue y es siempre mi mensaje a los jóvenes. Los hombres pasan, las ideas quedan y se transforman en antorchas que mantienen viva a la política democrática”. La antorcha que él prendió permanecerá encendida siempre.

Zapatero ha sido uno de los primeros dirigentes mundiales que propusieron la necesidad de actuar conjuntamente para superar la crisis financiera y económica mundial. Si recordáis lideró esa posición en la UE y la defendió, junto con otros mandatarios en la Cumbre del G-20 en Washington. Hoy todos comparten que ningún país saldrá de la crisis por sí solo.

Todos recordamos la incredulidad del PP cuando Zapatero se propuso estar en el G-20. Llegaron a mofarse de la idea pensando que Zapatero nunca conseguiría sentar a España con el conjunto de países más importantes del mundo. Nunca hicieron nada por apoyar esta idea de la que ahora dicen “legrarse”. No les cuestión de alegrías, habría que haber apoyado en lugar de burlarse. Sobre todo porque el PP no consiguió nada de esto en 8 años de gobierno.

Zapatero ha conseguido el avance más importante para España en política exterior desde la entrada en la UE. Estar en Londres, significa integrar definitivamente a España en el marco del G-20. Y, además, conseguir estar también en el Foro de Estabilidad Financiera, supone incorporar a nuestro país al grupo de estados encargados de definir el nuevo orden económico y financiero internacional para las próximas décadas. España va a defender medidas para la reactivación económica, la reforma del sistema financiero y el aumento de la protección social.

Hoy no quiero hablar del PP. Al que le toca hablar es a Rajoy. Aún está a tiempo de explicar lo sucedido.

Recuerdan aquello de “Estos son mis principios… pero si no le gustan tengo otros”. Pues es la síntesis de lo que ayer vimos en el programa “Tengo una pregunta para usted”. Para empezar, Rajoy pudo exhibir uno de sus trajes políticos en horario de máxima audiencia de la televisión pública gracias a que el Gobierno ha garantizado la neutralidad de la radiotelevisión que ahora sí es de todos y no cuando Rajoy ejercía como vicepresidente en un gobierno que tenía a su servicio una televisión de partido. Mucho se ha avanzado aunque Rajoy no lo reconozca. Podría pedir a su compañera Aguirre el saneamiento de la máquina de manipulación en que ha convertido Telemadrid.

Y ya que estamos con la manipulación. ¿Qué ha sido de la teoría de la conspiración que él y su partido alimentaron hasta la nausea con el atentado del 11-M? Pues ahora lo despacha diciendo que cree que ETA no montó el 11-M. Todos recordamos las barbaridades que se dijeron amparadas por él y sus compañeros de partido. Estamos esperando las disculpas ante tantas mentiras e insultos. Pero ahora dice que “hay que andar con mucho cuidado a la hora de juzgar los comportamientos de los demás”. Esto lo aplicaba a los supuestos casos de corrupción que están salpicando a su partido.

Pero cuando se pone digno asegura que las personas que han hecho algo inaceptable deben abandonar la vida pública. Todos menos Trillo ¿no? Porque parece que lo de Trillo con el Yak-42 fue un “error” de hace 5 años y no puede “quedar inhabilitado por los siglos”. Y los imputados de su partido también quedan exentos. Entre ellos, por cierto, el aún presidente de la Diputación de Castellón, Fabra, que ya he perdido la cuenta de las imputaciones que tiene en el juzgado pero que para Rajoy sigue siendo un político ejemplar.

Rajoy se mutó ayer en apacible señor que pasaba por allí para garantizar que no hay problemas con las entidades bancarias. Pero ¿qué hacemos entonces con todas las declaraciones de su equipo económico que textualmente afirmaba “el caso de Caja Castilla-La Mancha es el primero” de una serie de intervenciones? Se presenta como bombero para ayudar a apagar un fuego que su partido ha ayudado a prender y ha alimentado.

Ayer Rajoy se mostraba indignado ante un autónomo porque no les pagan pero ¿se lo habrá comentado a Esperanza Aguirre? ¿No sabe Rajoy que la Comunidad de Madrid es la más morosa de todas y, junto con el Ayuntamiento, los que más tardan en pagar a las empresas con las que contratan? Sí lo sabe pero ayer, ante el autónomo, no tocaba decir la verdad que le perjudica.

Señaló que hay que bajar los impuestos pero se muestra en contra de la devolución de los 400 € realizada por Zapatero. ¿Qué es eso sino devolver dinero a los contribuyentes que han cotizado? Pero, como lo hace Zapatero, no está bien. Y tanta preocupación por los desempleados no se entiende cuando desconocía que las competencias en políticas activas de empleo hace tiempo que ya están transferidas a las comunidades autónomas. Sí como le dijo el parado: en mi tarjeta pone Comunidad de Madrid, con las estrellitas.

Pero el pleno al 15 lo jugó Rajoy con su apoyo a la actual ley que permite abortar mientras el PP instiga y acude a las manifestaciones que se convocan contra la interrupción voluntaria del embarazo. Y no digamos de la explicación que merece el hecho de votar en contra de la Ley de Reproducción Asistida y la de Investigación Biomédica y decir que se acogería a esa investigación con células madre si tuviera que salvar a su hijo. ¿Para que se cree que la elaboró el Gobierno? Parece que los hijos de los demás no tienen derecho. Para que lo tengan todos, el Gobierno de España ha triplicado la inversión en investigación biomédica y ha permitido lo que el gobierno del que Rajoy era vicepresidente, impidió durante años.

Vivir para ver. Afortunadamente los ciudadanos conocen bien al personaje y sus obras. Saben que dice lo que le conviene en cada momento para intentar quedar bien. Pero una cosa es predicar y otra dar trigo. Rajoy se queda en la prédica. Estamos esperando que actúe como hombre de Estado para apoyar al Gobierno de España en su lucha contra la crisis y en las medidas para crear empleo. Su patriotismo, el de su partido, no se lo permite. Las mutaciones le harán decir lo contrario pero la realidad es que aún se le espera para acordar con el gobierno una verdadera política de estado como la que reclaman los ciudadanos.

La irresponsabilidad de algunos dirigentes del PP es manifiesta: Hace una semana clamaban por una intervención “sin tapujos” -Montoro dixit- de la Caja de Ahorros de Castilla-La Mancha y ahora braman cuando el Banco de España decide intervenir y, ahondando más en su irresponsabilidad, dicen que “habrá más”. Conclusión: no les interesaba salvaguardar los intereses de los clientes, ni de la propia Caja. Ni del sistema financiero en su conjunto. Sólo buscan intentar desgastar al Gobierno aún a costa de sembrar dudas en instituciones financieras que no tienen ningún problema.

Es el Banco de España el que ha considerado que se daban las circunstancias para tomar las riendas de la Caja, después de haber intentado propiciar una solución en el ámbito privado sin que haya sido posible. El Gobierno lo que hace es prestar un aval para que el Banco de España pueda facilitar a la Caja una vía de financiación que permita a la entidad continuar con su funcionamiento normal.

No es una nacionalización porque el Estado no se queda con la propiedad. España es uno de los pocos países que no se ha visto obligado a entrar en el capital de sus entidades financieras, a diferencia de lo que ha ocurrido en el Reino Unido, EE.UU., Francia o Alemania. Con la fórmula adoptada con la Caja de Castilla-La Mancha se garantiza todos los depósitos de los clientes y permitirá a la entidad mantener el normal funcionamiento. Todos los depósitos, por tanto, están garantizados ahora más que nunca.

La Caja no tiene problemas de solvencia como han asegurado las autoridades sino que presentaba un problema de liquidez que ahora, con el aval del estado (tal y como exige la normativa comunitaria) permitirá ayudar a solucionarlo. Pero al PP le da lo mismo. Intentan que se hunda el edificio con tal de quedarse con el solar.

Una vez más, mientras el Gobierno actúa para dar garantías y seguridad a los ciudadanos, el PP intenta sembrar dudas y desestabilizar a instituciones y empresas con tal de poder tener algo que arrojar contra el Gobierno. Nunca se había visto tanta irresponsabilidad. Espero que los ciudadanos vayan tomando nota del “patriotismo” que aplican algunos.

“Se dieron órdenes para enterrarlos de noche como si fueran perros o terroristas”. Esta es una de las terribles frases que hemos escuchado a familiares de los soldados españoles fallecidos en el accidente del Yak-42 durante una de las jornadas del juicio que se está desarrollando en Madrid.

A las contradicciones en las que han incurrido algunos de los implicados en todo lo relacionado con la identificación, traslado y gestión posterior de la tragedia en la que murieron los 62 españoles, le han seguido las declaraciones de los familiares. Y, con independencia del desarrollo del juicio, impresiona ver y escuchar a los afectados.

Insisten en que fueron engañados. Y los hechos parecen demostrar que así fue. Se enteraron por la radio sin que nadie les informara de lo sucedido. Les aseguraron que los cuerpos estaban identificados y, cuando solicitaron la más mínima información, les amenazaron, insultaron y menospreciaron acusándoles incluso de antipatriotas. ¿Puede haber más dolor para las familias que este trato mientras intentaban honrar la muerte de sus seres queridos?

A la tragedia que supone perder a un familiar en esas circunstancias, se suma la mala gestión, el poco tacto, la insensibilidad y la mentira que acompañó a la actuación de algunas de las máximas autoridades de entonces. Y resulta que los máximos responsables políticos de la época (Aznar como Presidente, Rajoy como vicepresidente y Trillo como ministro de Defensa) no tienen nada que decir. No me extraña que se hayan quedado sin habla al escuchar los desgarradores testimonios de las madres, los hermanos, las mujeres, de unos servidores públicos que dejaron su vida por el bien común y han recibido este pago por parte de los que deberían haber sido los máximos exponentes del agradecimiento a los que han cumplido con su deber y se han dejado todo en ese empeño.

El enmudecimiento repentino de los máximos responsables públicos en aquellos momentos no hace más que dejar más al descubierto sus vergüenzas. Y el comportamiento de estos responsables políticos precisamente abre la caja de las sospechas sobre cómo actuaron en su momento. Si son capaces de mantener el gesto sin que se les mueva un músculo ante lo que estamos viendo, mucha gente puede preguntarse hasta dónde llega su responsabilidad por lo sucedido antes, durante y después del accidente. Sr. Rajoy ¿cuándo van a empezar a asumir las responsabilidades políticas por lo sucedido? Ya va siendo hora dé que alguien de la cara y haga frente a las responsabilidades que son exigibles a los responsables políticos.

Para ellos nada de esto les es desconocido porque, desde antes de la llegada a Torrejón de los féretros, ya se escucharon voces pidiendo aclaraciones que hasta el momento nadie les había dado. Y los tres deberían conocer de primera mano la intranquilidad de las familias a las que aún siguen esperando sus explicaciones. Pero, con independencia de la sentencia, que respetaré como siempre he hecho, cabe hacerse una pregunta: ¿quién ordenó engañar a las familias? ¿Quién desencadena la catarata de mentiras que han atravesado como dardos el ya maltrecho corazón de las familias? ¿Puede un responsable político seguir mirando a la cara a los ciudadanos después de actuar con esa bajeza moral? ¿Hasta cuándo tanta incuria y desconsideración con las familias? ¿Qué más tiene que pasar para que se les remuevan las conciencias? Pues ahí siguen como si nada. Vaya cuajo.